lunes, 9 de febrero de 2009

8.0. EL SANADOR INTEGRAL HA DE SER UN SER HUMANO DESBORDANTE DE AMOR


HOMEOÁGAPE

(Fuerzas Homeopáticas desde el Amor)


8.0. El Sanador Integral ha de ser

un ser humano desbordante de Amor


El Amor es, en realidad, la clave de las Fuerzas Homeopáticas… En el Amor reside el Poder Sanador Integral… Hay que decirlo fuerte y claro, a pesar de la devaluación y el desgaste de esta palabra… “Amor” suena a sentimentalismo, cursilería, a algo poco confiable y “objetivo”, a algo que no sería claro y manejable para la “ciencia médica”…


Pero no hay nada más cierto ni más fundamental: “All you need is love” (“Todo lo que necesitas es Amor”)… La enfermedad, en cualquiera de sus formas, es básicamente una carencia de Unidad, una falta de Amor… La salud, por el contrario, es fundamentalmente la conciencia-experiencia de la Unidad y la presencia-experiencia del Amor[1]


Por ello, el Verdadero Médico ha de ser un ser humano desbordante de Amor, en todas sus expresiones: compasión, ternura, afecto, empatía, solidaridad, generosidad, comprensión, aceptación, perdón, respeto, servicio, paciencia, sacrificio, incondicionalidad… Si el Sanador Integral no tiene esto, si no es esto, de nada servirían sus globulitos homeopáticos o sus conocimientos o su destreza médica… Si no tiene esto, si no es esto, se convertiría, por desgracia, en un factor más de desequilibrio y de enfermedad para sus pacientes y para su entorno…


En esta forma especial e integral de concebir la Medicina se puede, quizá, ser un “mal científico” o un “psicólogo poco perceptivo” o un “educador torpe”, y aún así ser factor de curación y de crecimiento para otra persona. Pero no se puede curar, hacer crecer, o alcanzar la Salud Integral, ni para sí mismo ni para otros, si no se es el Amor, si no se tiene al Homeoágape como el Centro Vital de la Homeostasis-Homeodinámica-Homeopatía que se intenta poner al servicio de los demás


Dirán ustedes, tal vez, que es esta una exigencia terrible e imposible de satisfacer y que entonces no podría haber Verdaderos Médicos. Pero no es así. Piénsenlo bien… Somos Amor. Hemos sido creados –estamos siendo creados- desde el Amor y para el Amor… Es esta, más bien, la única capacidad que está al alcance de todos los seres humanos, independientemente de su condición económica, social, intelectual o académica… Por más que me esfuerce, tal vez no llegaré a tener la sensibilidad artística suficiente para ser un Verdadero Artista-Médico. Por más que lea, estudie y reflexione, tal vez no lograré llegar a ser un Verdadero Médico-Pensador… Pero la capacidad de amar está en todo momento a mi alcance, pues la clave de esta capacidad no está ni en el esfuerzo, ni en una aptitud determinada, ni en mis sentimientos y emociones, ni en mi inteligencia, sino en la decisión de mi conciencia interior


Por eso hemos señalado que se trata de Homeoágape, pues, a diferencia del amor-eros, el amor-ágape sucede no en la esfera de los sentimientos, ni en la esfera de la inteligencia, sino en la esfera de la Voluntad… El amor-eros es, o puede ser, parte importante y complementaria del amor-ágape, pero no le es esencial… Puedo no estar enamorado y Amar. Puedo no tener ningún ánimo ni deseo de Amar y sin embargo hacerlo. Puedo incluso tener aversión o disgusto por una determinada decisión del Amor y no obstante tomarla sin ninguna vacilación[2]


¿Es entonces, este Amor, frío, difícil y como una especie de penoso deber u obligación? De ninguna manera. Si un “amor” es “frío, difícil y como una especie de penoso deber” entonces no se trata del Amor. Será masoquismo, o neurosis, o alienación, pero no se tratará del Amor del que aquí estamos hablando… El Homeoágape, en el acto mismo de su decisión de Amor, crea la calidez, la facilidad y la alegría inherentes a su actitud o hecho de Amor… Especialmente porque el Verdadero Amor Sanador es en esencia un Triple Amor en perfecta e indisoluble unidad: Amor a Dios, Amor a los demás y Amor a mí mismo (“Amarás a Dios… y a tu prójimo… como a ti mismo)… Es precisamente este “Amor a mí mismo”, vivenciado en esta Triple Dimensión, el que hace imposible que el hecho o la actitud del Verdadero Amor pudiese ser “frío, difícil y como una especie de penoso deber”[3]


“Amarme a mí mismo”, sin amar a Dios y a los demás, es mero egoísmo y enfermedad y no tiene nada que ver con el Amor-eros y mucho menos con el Ágape-Amor… E, igualmente, decir o pretender amar a Dios y/o a los demás, sin amarme a mí mismo, además de una forma más sutil del egoísmo es enajenación y pérdida del ser, es patología profunda destructiva y para la que urge curación


El Homeoágape es un Amor profundamente Libre. No tiene nada que ver con necesidades o impulsos o dependencias o compulsiones. Se desenvuelve en la más absoluta Libertad… No se trataría de una verdadera decisión si no ocurriera en el centro mismo del libre albedrío y si el sujeto no tuviera clara conciencia-experiencia del Triple Objeto de su Amor (yo-los demás-Dios)…


En el rumbo de la Salud Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea médica del Homeoágape, en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Servidor Integral (SI) (O, si prefieren: Semejante Integral –SI-, Sostén Integral –SI-)...


Duc in altum(VVV)

VE más lejos, VE más alto, VE más profundo”

Universidad de la IV República


[1] Esto se explicará en el tema “La Enfermedad, Voz y Camino hacia la Salud”...

[2] Todo esto se explicará ampliamente en el tema “Eros y Ágape”...

[3]El Amor Trino” será otro de los temas de la AsignaturaHomeoágape” y que abordaremos más adelante...


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