El Sanador Integral ha de saber reír y disfrutar su existencia, y ha de evitar tomarse cualquier cosa con excesiva seriedad… Ha de saber reírse de la vida y sus afanes (“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”)… Ha de saber tomar con humor los obstáculos que le ponen sus propios pacientes cuando busca ayudarlos (“No hay peor enfermo que el que no quiere curarse”, y, por desgracia –favor de tomarlo con humor-, es el caso de la gran mayoría de los que acuden a nuestra consulta)… Pero, sobre todo, ha de saber reírse de sí mismo: de sus “conocimientos” (“Yo sólo sé que no sé nada”); de sus carencias y defectos y limitaciones (“Médico, cúrate a ti mismo”); de sus miedos e inseguridades (¡“La Naturaleza es la que cura las enfermedades”, doctor, no se me estrese tanto!); y reírse, muy especialmente, de sus aparentes fracasos (“Nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”)…
Reírse de sí mismo equilibrará el excesivo sentido de la propia importancia y permitirá la sensatez y la prudencia de evitar cualquier trono o pedestal que quieran imponerle los demás o que quiera imponerse a sí mismo… El médico no es Dios (y si lo fuera, precisamente en cuanto lo fuera, no se comportaría como uno equivocada y absurdamente cree que se comporta Dios), ni es un superhéroe (tal vez sólo en su “película personal” –que nadie va a ver pues los demás también andan ocupados haciendo de “héroes” en su propia “película”-), y le convendrá recordar frecuentemente, con una sonrisa, que son demasiado pocas las cosas que sabe y que puede, en comparación con las que no sabe y que no puede…
La alegría auténtica, en el Verdadero Médico, es profundamente curativa y transformadora. Su gozo de ser y de vivir hace brotar poderosas Fuerzas Homeopáticas en él mismo y en los que le rodean, especialmente en sus pacientes…
Y no una alegría estruendosa o forzada o simplemente exterior. No. Una alegría serena, pacífica, interior, llena de confianza en las Fuerzas de Semejanza que actúan a través de él, y a pesar de él…
El mejor reflejo de la intensa y auténtica Alegría en el Sanador Integral, es su permanente y profundo Agradecimiento a Dios, al Cosmos, a los demás y a la Vida. Gratitud por todo y por todos, pues sabe mirar siempre lo mejor de los acontecimientos y de los seres humanos. Su visión de las cosas, de los demás y de sí mismo es optimista, confiada, positiva, llena de esperanza, y regularmente logra transmitirla y contagiarla a sus enfermos, especialmente a los que sufren su enfermedad con tristeza, miedo o desesperanza…
La Alegría, la Actitud Agradecida, la Visión Confiada y Esperanzada, son poderosas Fuerzas Homeopáticas que el Sanador Integral puede tener a su alcance si las cultiva durante sus estudios de Medicina, buscando en todo momento disfrutar sus clases, lecturas, reflexiones y trabajos, así como siendo consciente y agradecido, cada día, cada experiencia, cada comprensión nueva y crecimiento, de la extraordinaria oportunidad y el enorme privilegio de poder convertirse en un Verdadero Médico…
En el rumbo de la Salud Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeoalegría, en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser Sal Integral (SI)(O, si prefieren:Sabor Integral –SI-, Sonrisa Integral –SI-)...
Muy querid@s amig@s, familiares, universitari@s de la IV República, compañer@s de lucha, y amig@s desconocid@s de México y del mundo que desean aprender la Medicina para el servicio de sus semejantes:
Los Sanadores Integrales de la Universidad de la IV República, formadores y estudiantes, nos hemos definido como “Semilla en Movimiento”. Y a través de este primer mensaje les anunciamos, gozosos y agradecidos, que esta semilla creciente que somos ha producido un nuevo brote: el Blog “Homeopatía Integral”, que estará abierto y dispuesto a tod@s l@s interesad@s en cultivar el Saber sobre la Medicina y que no han querido o no han podido incorporarse a los Campus presenciales y virtual de la Universidad de la IV República...
En este Blog iremos publicando semanalmente los temas de nuestro Curso de Homeopatía Integral a fin de que esta Sabiduría, como es o debiera ser el caso de toda verdadera Sabiduría, esté al alcance de tod@s y no sólo de unos cuantos... Estamos convencidos de que compartir este Saber nos hará a nosotros más verdaderamente médicos y, sobre todo, nos hará mejores personas... Estamos convencidos de que compartir este Saber, en todas las formas que nos vaya siendo posible, contribuirá a que nuestros pueblos sean más sanos y menos dependientes de la medicina privada que sólo busque intereses económicos y de la medicina “pública” que no tenga una verdadera vocación de generosidad y de servicio...
Con el fin de que esta Formación que ofrecemos sea realmente para tod@s, intentaremos reducir al mínimo los “requisitos” y “condiciones” para el acceso a nuestro material. En la primera fase –fase introductoria de diez pequeños temas- daremos acceso a tod@s, sin ningún requisito o condición. Bastará que escriban en el buscador la dirección de nuestro Blog o den click sobre ella (http://homeopatiaintegral.blogspot.com) y en forma permanente podrán acceder a los temas que durante diez semanas estaremos publicando. La idea es que sin ninguna presión puedan conocer la filosofía y objetivos de nuestro Curso y así puedan decidir si realmente les interesa aprender con nosotros... Para acceder a la segunda fase de nueve temas un poco más amplios sólo les pediremos que en cada uno de los diez temas introductorios que ya estuvieron leyendo pongan ustedes un pequeño comentario al tema directamente en el Blog, o lo envíen a la dirección: homeopatiaintegral@gmail.com, poniendo en cualquiera de los casos su nombre real y su dirección electrónica, pues así tendremos una especie de “inscripción” y “lista” de los estudiantes en línea de nuestro Curso. Esto significa que a partir de esta segunda fase el acceso a los siguientes temas sólo será posible si ponemos directamente su nombre y su dirección electrónica en los “permisos de acceso” al Blog...
Todas las modalidades de Educación que hemos ido ofreciendo tienen ventajas específicas, pero también tienen desventajas. Esta nueva modalidad tiene la desventaja de no contar con la interacción grupal, las experiencias directas y la asesoría más cercana. Pero tendrá la ventaja de ser más “libre”, más autodidacta, con menos presiones respecto a tareas o de un determinado perfil de estudiante…
Se dice que “de músico, poeta, médico y loco todos tenemos un poco”, así que les invitamos a ustedes, incluso a quienes jamás habían pensado que pudieran convertirse en Sanadores de otras personas, a darse una vuelta semanal por este nuevo Blog y meditar los temas allí publicados, hasta decidir si les interesa o no adquirir esta Sabiduría... Además, con toda experiencia y convicción les decimos: la gran mayoría de los temas, aun si uno no desea o no se siente llamado a ser “sanador” de otros, resultan sanadores para nosotros mismos y nos hacen mejores enfermos y mejores personas. Así que, como simple formación general, como auto-conocimiento y como experiencia transformadora personal, estén seguros de que la lectura y reflexión sobre los temas valdrá la pena… En todo caso, les rogamos que copien este mensaje y lo compartan con tod@s sus contactos, pues seguramente entre sus amig@s y familiares habrá más de algún@ que ha soñado y esperado una oportunidad como esta y ustedes pueden ser el canal para que ese sueño se realice...
A tod@s, pero especialmente a quienes no nos conocen o no han sabido de nuestro trabajo en torno a la Universidad de la IV República, ofrecemos la dirección ya señalada para cualquier duda, aclaración o sugerencia, especialmente en el rumbo de despejar sospechas o desconfianzas... No buscamos ventajas o ganancias egoístas -económicas o políticas o de cualquier tipo-. Hacemos esto porque hemos sido y estamos siendo sanados integralmente, y deseamos un país y un pueblo sano, también integralmente. Deseamos ser mejores personas y ayudar a que otros lo sean. Deseamos compartir y servir. Lo hemos mostrado con hechos y estamos dispuestos a seguirlo demostrando...
El Amor es, en realidad, la clave de las Fuerzas Homeopáticas… En el Amor reside el Poder Sanador Integral… Hay que decirlo fuerte y claro, a pesar de la devaluación y el desgaste de esta palabra… “Amor” suena a sentimentalismo, cursilería, a algo poco confiable y “objetivo”, a algo que no sería claro y manejable para la “ciencia médica”…
Pero no hay nada más cierto ni más fundamental: “All you need is love” (“Todo lo que necesitas es Amor”)… La enfermedad, en cualquiera de sus formas, es básicamente una carencia de Unidad, una falta de Amor… La salud, por el contrario, es fundamentalmente la conciencia-experiencia de la Unidad y la presencia-experiencia del Amor[1]…
Por ello, el Verdadero Médico ha de ser un ser humano desbordante de Amor, en todas sus expresiones: compasión, ternura, afecto, empatía, solidaridad, generosidad, comprensión, aceptación, perdón, respeto, servicio, paciencia, sacrificio, incondicionalidad… Si el Sanador Integral no tiene esto, si no es esto, de nada servirían sus globulitos homeopáticos o sus conocimientos o su destreza médica… Si no tiene esto, si no es esto, se convertiría, por desgracia, en un factor más de desequilibrio y de enfermedad para sus pacientes y para su entorno…
En esta forma especial e integral de concebir la Medicina se puede, quizá, ser un “mal científico” o un “psicólogo poco perceptivo” o un “educador torpe”, y aún así ser factor de curación y de crecimiento para otra persona. Pero no se puede curar, hacer crecer, o alcanzar la Salud Integral, ni para sí mismo ni para otros, si no se es el Amor, si no se tiene al Homeoágape como el Centro Vital de la Homeostasis-Homeodinámica-Homeopatía que se intenta poner al servicio de los demás…
Dirán ustedes, tal vez, que es esta una exigencia terrible e imposible de satisfacer y que entonces no podría haber Verdaderos Médicos. Pero no es así. Piénsenlo bien… Somos Amor. Hemos sido creados –estamos siendo creados- desde el Amor y para el Amor… Es esta, más bien, la única capacidad que está al alcance de todos los seres humanos, independientemente de su condición económica, social, intelectual o académica… Por más que me esfuerce, tal vez no llegaré a tener la sensibilidad artística suficiente para ser un Verdadero Artista-Médico. Por más que lea, estudie y reflexione, tal vez no lograré llegar a ser un Verdadero Médico-Pensador… Pero la capacidad de amar está en todo momento a mi alcance, pues la clave de esta capacidad no está ni en el esfuerzo, ni en una aptitud determinada, ni en mis sentimientos y emociones, ni en mi inteligencia, sino en la decisión de mi conciencia interior…
Por eso hemos señalado que se trata de Homeoágape, pues, a diferencia del amor-eros, el amor-ágape sucede no en la esfera de los sentimientos, ni en la esfera de la inteligencia, sino en la esfera de la Voluntad… El amor-eros es, o puede ser, parte importante y complementaria del amor-ágape, pero no le es esencial… Puedo no estar enamorado y Amar. Puedo no tener ningún ánimo ni deseo de Amar y sin embargo hacerlo. Puedo incluso tener aversión o disgusto por una determinada decisión del Amor y no obstante tomarla sin ninguna vacilación[2]…
¿Es entonces, este Amor, frío, difícil y como una especie de penoso deber u obligación? De ninguna manera. Si un “amor” es “frío, difícil y como una especie de penoso deber” entonces no se trata del Amor. Será masoquismo, o neurosis, o alienación, pero no se tratará del Amor del que aquí estamos hablando… El Homeoágape, en el acto mismo de su decisión de Amor, crea la calidez, la facilidad y la alegría inherentes a su actitud o hecho de Amor… Especialmente porque el Verdadero Amor Sanador es en esencia un Triple Amor en perfecta e indisoluble unidad: Amor a Dios, Amor a los demás y Amor a mí mismo(“Amarás a Dios… y a tu prójimo… como a ti mismo”)… Es precisamente este “Amor a mí mismo”, vivenciado en esta Triple Dimensión, el que hace imposible que el hecho o la actitud del Verdadero Amor pudiese ser “frío, difícil y como una especie de penoso deber”[3]…
“Amarme a mí mismo”, sin amar a Dios y a los demás, es mero egoísmo y enfermedad y no tiene nada que ver con el Amor-eros y mucho menos con el Ágape-Amor… E, igualmente, decir o pretender amar a Dios y/o a los demás, sin amarme a mí mismo, además de una forma más sutil del egoísmo es enajenación y pérdida del ser, es patología profunda destructiva y para la que urge curación…
El Homeoágape es un Amor profundamente Libre. No tiene nada que ver con necesidades o impulsos o dependencias o compulsiones. Se desenvuelve en la más absoluta Libertad… No se trataría de una verdadera decisión si no ocurriera en el centro mismo del libre albedrío y si el sujeto no tuviera clara conciencia-experiencia del Triple Objeto de su Amor (yo-los demás-Dios)…
En el rumbo de la Salud Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea médica del Homeoágape, en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Servidor Integral (SI)(O, si prefieren: Semejante Integral –SI-, Sostén Integral –SI-)...
“Duc in altum” (VVV)
“VE más lejos, VE más alto, VE más profundo”
Universidad de la IV República
[1] Esto se explicará en el tema “La Enfermedad, Voz y Camino hacia la Salud”...
[2] Todo esto se explicará ampliamente en el tema “Eros y Ágape”...
[3] “El Amor Trino” será otro de los temas de la Asignatura “Homeoágape” y que abordaremos más adelante...