miércoles, 12 de noviembre de 2008

1.0. EL SANADOR INTEGRAL HA DE SER UN EDUCADOR


HOMEOENSEÑANZA

(Fuerzas Homeopáticas desde la Educación)

1.0. El Sanador Integral ha de ser un Educador, un Maestro,

y al mismo tiempo se ha de comprender

como un permanente Educando y Discípulo


No hay separación maestro-discípulo... Hay unidad y semejanza... La relación educativa es o ha de ser una interrelación homeopática, de semejanza... “Nadie enseña a nadie. Todos nos enseñamos mutuamente”, han dicho Freire y muchos otros educadores... Cada maestro es, en realidad, al mismo tiempo, alumno y compañero... Cada alumno es, en realidad, al mismo tiempo, maestro y compañero...


Como, igualmente, no ha de haber separación médico-paciente... Hay unidad y semejanza... La relación terapéutica es o ha de ser una interrelación homeopática, de semejanza... “Nadie cura a nadie. Todos nos sanamos mutuamente”, debiéramos decir también en el campo de la Medicina... Cada médico es, en realidad, al mismo tiempo, paciente y compañero de camino... Cada paciente es, en realidad, al mismo tiempo, sanador y compañero de camino...


El Médico ha de ser un Educador, si quiere ser Verdadero Médico… El conjunto de sus orientaciones y enseñanzas son Fuerzas Médico-Homeopáticas que pone en acción, en forma análoga a las Fuerzas de Aprendizaje que pone el maestro frente a sus discípulos… El Sanador Integral ha de ser muy consciente –y humildemente respetuoso- del enorme Poder que tienen su palabra, sus gestos y sus actitudes en la persona que busca su ayuda… Su palabra, su explicación acerca del ser del paciente, acerca de su proceso “morboso”, acerca de las fuerzas de salud y de vida que está experimentando, etc., son Medicina, son Homeopatía, son ya la Curación que busca el enfermo…


E, igualmente, el Verdadero Médico ha de situarse frente a su enfermo como un alumno delante de su maestroHa de escuchar con atención, ha de estar atento a las explicaciones y detalles que le proporciona el paciente, ha de estar muy despierto para percibir las claves y los secretos que sólo el propio enfermo es capaz de comprender y comunicar acerca de lo que le pasa… O, si se prefiere que lo digamos de otro modo: el Médico Homeópata ha de colocarse humilde y reverente frente a la Naturaleza, Madre y Maestra, que le revela, a través de las experiencias del enfermo, los misterios siempre nuevos acerca del Ser, acerca de la Enfermedad y la Muerte, y acerca de la Plenitud y la Vida


Esta escucha atenta en el Verdadero Médico, ese respeto profundo por la persona que tiene delante, esa convicción de que las palabras, gestos y actitudes de su enfermo son reveladores y fundamentales para la comprensión del problema, etc., tienen también un gran Poder Transformativo; son ya, también, Medicina, son Homeopatía, son ya la Curación que anhela el enfermo…


Cuando ocurre una Verdadera Consulta Homeopática, el consultorio se convierte en Aula de Homeoenseñanza en donde dos personas –el médico y el paciente- se comprenden y experimentan como criaturas pobres y ciegas que requieren de toda la luz y de toda la ayuda del otro, y, al mismo tiempo, como criaturas poderosas y luminosas capaces de hacer luz y diferencia en la otra persona[1]


En el rumbo de la Salud Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeoenseñanza, en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Sembrador Integral (SI) (O, si prefieren: Semilla Integral –SI-, Simiente Integral –SI-, Savia Integral[2] –SI-)...

Duc in altum(VVV)

VE más lejos, VE más alto, VE más profundo”

Universidad de la IV República


[1] Esta idea se podrá reflexionar mejor en el tema “Escultura Lenta”...

[2] Este concepto, “Savia Integral”, se comprenderá mejor en el tema “El Arcano del Crecimiento y de la Madre”...


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